Lo mejor y lo peor de la Empire Pictures

¿Empire Pictures?, ¿que cojones es eso? Se preguntará alguno. Bien, seguramente sí que os suene la saga “Re-Animator”, pues bien, la Empire Pictures fue precisamente la productora que la llevó a cabo y la distribuyó. Lo cierto es que desde que este blog se abrió tenía ganas de escribir algo de esta productora, una de mis favoritas de cine B de los 80, y para mi gusto por encima de la archiconocida (y quemada) Troma que todo el mundo está claro que conoce y reivindica aunque la mayoría sólo haya visto el “Vengador Tóxico” y poco más. En fin, que como me he visto casi toda su filmografía (salvo dos o tres que me quedan, a ver si las consigo) y como no quería hacer un repaso de todo lo que realizó en los años en los que se mantuvo activa, he decidido repasar las que para mí fueron las 5 mejores y peores producciones que llevó a cabo mientras existió. Pero antes, un poco de historia de cine B para situarnos.

La “Empire Pictures” es hija de Charles Band, hijo del también director y productor Albert Band y que junto a su hermano Richard Band sacarían adelante el proyecto a inicios de los 80. Charles ya llevaba tiempo dirigiendo subproductos de terror y ciencia ficción desde los 70 (como nota curiosa la hoy megafamosa Demi Moore debutó en una de sus pelis, “Parasite” de 1982), pero como no estaba contento con la distribución que se le daban a sus productos, cogió y se montó su propia compañía, la “Empire”, que se encargaría de producir y de distribuir productos centrados fundamentalmente en la Ciencia Ficción y el Terror.

Esto fue en 1983, y pese a exitazos como sobre todo “Re-Animator”, Charles no lograría evitar que la compañía acabase quebrando para el año 1988, producto de la caída de la moneda italiana en el mercado internacional (su base de operaciones se encontraba en Roma) y de la imposibilidad de hacer frente a los gastos generados, y es que Charles insistió en estrenar en los cines gran cantidad de sus películas, con el desembolso que eso significaba para una compañía independiente que no generaba los beneficios necesarios para sostener este ritmo. La producción de “Robot Jox”, con un presupuesto elevado para este tipo de compañías, acabaría sepultando el proyecto, siendo adquirida por “Epic Films” que financiaría los proyectos que ya se encontraban en marcha para terminar cerrando poco después.

Y eso fue todo. Apenas cinco años duró el proyecto. Tras ello (apenas un año después) Charles fundaría con mayor éxito la “Full Moon”, que aún se mantiene activa produciendo una cantidad insultante de películas por año, todas ellas ya directas al mercado doméstico y explotando sagas que más o menos se hacen conocidas, siendo su buque insignia “Puppet Master”, que curiosamente heredaría de los días finales de la “Empire”. Pero como decían en cierta película, “eso es otra historia”. Lo que nos ocupa ahora es repasar lo mejor y peor de esos 5 años. Para ello debo advertir que he obviado la saga de “Re-Animator” por considerarla de obligado visionado no ya como producto de la Empire, sino como OBLIGATORIA por cualquier persona con capacidad de visión. También he decidido obviar “Re Sonator” (“From Betond”), ya que, aunque no llega al nivel anterior, por similitud la considero casi un spin-off de la saga (incluso Jeffrey Combs vuelve a ser el prota), además de ser también bastante conocidilla por el aficionado y de destacarse del resto por tener ya un presupuesto mucho más holgado. Una vez dicho todas estas bobadas, aquí les presento mi selección, comenzando la lista por las que bajo mi punto de vista son las más destacadas:

The Dungeonmaster (1985)

A pesar de conocerse en español como “El amo del calabozo”, no tiene nada que ver con ningún juego de rol ni nada por estilo, aunque algo de ello se pueda percibir en la peli. La cosa va de un tipo con aspecto de Clark Kent, con ese tipo de gafas gigantescas de la época. Este tipo, Paul, por razones que no se nos aclaran del todo, ha sido elegido por algo así como una especie de brujo del caos o algo parecido, Mestema, interpretado por Richard Moll, que alguno recordará por interpretar a Bull en la antigua “Juzgado de Guardia”. Decía que Mestema ha elegido a Paul y raptado a su novia para poco más que entretenerse. Paul, que en un alarde de chulería suprema Mestema rebautiza como Excalibrator, nombre por otro lado alcanza niveles altísimos en el molómetro de Oli, deberá pasar una serie de pruebas hasta poder rescatar a su novia. Así las cosas, Excalibrator (Paul) deberá hacer frente a diferentes retos a lo largo de la película.

Personalmente las pelis de capítulos siempre me han encantado. Ésta es casi eso mismo, con la salvedad de que todos los capítulos (dirigidos y guionizados por diferentes personas) tienen al mismo protagonista. La peli no cuenta con mucho presupuesto, aunque no se puede negar que lo poco que tenían lo usaron, mostrando desde monstruos animados con stopmotion, y esto SIEMPRE mola, hasta rayos laser, pasando por la presencia de WASP en uno de los capítulos (que por cierto no sería la única vez que colaborarían en un proyecto de la “Empire”). Como curiosidad decir que en realidad la película fue concebida como una serie de televisión, pero que la cosa al final no pareció cuajar, y por ello se decidió estrenarla como largometraje. Viendo el resultado, hubiera dado lo que fuera por que esto se hubiese convertido en serie de televisión, sin duda hubiese sido una de mis series preferidas de la época.

Ghoulies II (1988)

Me encantan los Ghoulies. Tras el éxito de los “Gremlins”, salieron chorrocientas pelis con monstruitos jodiendo al personal, lo que yo agradezco, por que las pelis con monstruos pequeños puñeteros también es un subgénero que me encanta. En este caso nos encontramos ante la segunda entrega de la saga, y con diferencia la mejor de todas ellas.

Los monstruos parecen que calaron en la primera de las pelis, y ahora sí que salen bastante más a menudo que en la primera de las entregas haciendo de las suyas en un viejo parque de atracciones, concretamente en una atracción del terror de esas que están decoradas con dibujos cutre-chungos con monstruos y asesinos descuartizando y torturando a tías en pelotas. ¿El argumento? Pues eso, que los Ghoulies la arman, e incluso uno de ellos, el que se hizo más popular, se “agiganta” al final del film, ¿qué más queréis? Son monstruos liándola parda en un parque de atracciones, con eso ya debería bastar. Cuenta además con banda sonora de WASP (de nuevo) con tema especial para la peli que pueden ver en el siguiente enlace. Aquí Lawless siempre me ha parecido una especie de remedo demoníaco de David Bowie en “Laberinto”. Genial:

Trancers (Future Cop – 1985)

La primera de las colaboraciones de Tim Thomerson (actor y protagonista) con Charles Band, que en este caso dirige y produce. Jack Deth es  un policía del futuro que es enviado al pasado, concretamente a 1985, 300 años atrás, para impedir que uno de los ancestros que un gobernador totalitarista del futuro se haga con el poder más adelante. Es decir, un sucedáneo  de “Terminator”, que el año anterior se convirtió en un inesperado éxito, pero al contrario, es decir, ahora es el bueno de la peli el que viaja al pasado para matar a un ancestro del malo del futuro.

La peli es genial, y ya sabemos que casi cualquier película que incluya viajes en el tiempo suele funcionar. Además es muy divertida y se explaya, dentro de lo que puede, en los efectos especiales, atreviéndose incluso a mostrarnos al principio del film la sociedad y el aspecto de las ciudades del futuro. La idea terminaría dando buenos frutos, convirtiéndose en un éxito de videoclub y que llegaría a convertirse en saga (hasta ahora creo que va por la 6ª entrega) aunque ya bajo la “Full Moon”.

Terrorvision (1986)

Esta marcaría tanto a uno de los miembros de “casadegloriaexploitation” que incluso tomaría uno de sus personajes como avatar. ¿Adivinan de quién hablo? Dejando aparte lo brutalmente bueno que es el cartel de la peli, lo cierto es que cuando uno se pone a ello ese halo de terror y misterio se va por el retrete, y es que “Terrorvision” es más bien una comedia de terror como muchas de las de la época dirigida en este caso por el inefable Ted Nicolau, que tanto rodaría bajo la producción de los Band.

La cosa va del siguiente modo: la familia de los Putterman es un tanto peculiar, se compone de el típico niño de unos 12 – 14 años de tantas producciones de los 80, de su hermana rockera-punketa y el novio también roquero de esta, del abuelo de los niños, veterano de guerra y flipado que incluso tiene su propio bunker en el sótano de la casa, y de los padres de los niños, el señor y la señora Putterman, de lejos los mejores personajes de la película. Lo grande del asunto es que este matrimonio se dedica a hacer intercambio de parejas con otra gente en su propia casa, en donde incluso tienen su propia piscina ¡y ni lo ocultan a sus hijos, que lo ven como lo más normal del mundo! “no puedes utilizar la piscina esta noche porque tu padre y yo haremos intercambio de parejas esta noche ….. “ dice la señora Putterman momentos antes de salir de “caza”. Esto sí que es una familia liberal, coño. Y nosotros discutiendo todavía por los matrimonios gays.

Lo demás, pues un ser de otro planeta que llega a la casa vía antena parabólica especial y de cómo la familia (los hijos, que los padres son unos descerebrados) le tienen que hacer frente con la ayuda de un agente intergaláctico que viene para ayudarlos. Muy divertida y disfrutable, aunque con un bajón considerable en medio de la peli en cuanto a ritmo que recupera de nuevo para el final. A sí, os dejo el “gran” tema inicial de The Fibonaccis con el que da inicio el film, tan raro como la propia peli. Creo recordar haber visto el videoclip de esta canción, pero no lo logro encontrar de nuevo video, pero al menos aquí podéis escuchar el tema:

Troll (1986)

Primera parte de la mucho más conocida hoy día “Troll 2”, dirigida en este caso por John Carl Buechler, el artista en efectos especiales de muchas pelis de la “Empire”, como esta misma o los Ghoulies. Personalmente tengo un recuerdo curioso de esta peli, y es que cuando era pequeño y la anunciaron por TVE 1, mis poco comprensivos padres no me dejaron verla, porque como se decía en aquel entonces, esta película era “de mucho miedo”. Y con lo que ya me gustaban los trolls desde pequeño, que crueles. En fin, no fue hasta hace ya años cuando al fin la pillé y pude verla. Está claro que no era para tanto, al final no era tan “de miedo”, ni aunque la hubiese visto con 9 años como quise en su momento. Pese a ello la peli me encantó.

La historia va de cómo una familia se muda a nuevo apartamento en un nuevo edificio. El niño de la familia, Harry Potter junior, sí, se llamaba así, y la peli es de 1986, interpretado por un Noah Hathaway post “Historia Interminable”, conoce a una mujer mayor que vive encima suya. Descubre que es una bruja, y a la vez que le insiste a que le enseñe magia para ser un mago (¿más extrañas coincidencias? …) descubrimos que en otro de los pisos habita un pequeño troll (de los de “verdad”, no de los de internet) que se pasará la peli convirtiendo a la gente en seres como gnomos y bichos fantásticos. Muy entretenida y con unos efectos artesanales muy entrañables. Como nota curiosa aún me pregunto cómo Harry Potter padre aparece al poco de comenzar la peli ¡CON UNA GORRA DEL BETIS!

Vale, hasta aquí las cinco pelis de la “Empire” más disfrutables, siempre bajo mi punto de vista claro, nada más. Ahora repasemos lo peor, lo que no deberías de ver a menos que seas un completista de la compañía como es mi caso. En serio, algunas de ellas son soporíferas, avisados quedáis …

Dreamaniac (1986)

En los 80 el heavy era la marca del rebelde por antonomasia. Mucho antes de que los hoy llamados (muy a mi pesar) “frikis” (entre los que me incluyo) se adueñaran de este tipo de música, el que era “jevi” era un tipo chungo, que fumaba a destajo y frecuentaba baretos de mala muerte. Estaba de moda, y surgieron muchas producciones que aprovecharon el tirón (“Rock´roll Nightmare”, “Hard Rock Zombi”, “Rocktober”, “Black Roses”, etc…). La “Empire” quería su trozo de pastel para atraer a la chavalería, de modo que el muy irregular (tirando por lo bajo) de David DeCoteau se encargó de esta soberana mierda aprovechando además el tirón de “Pesadilla en Elm Street” para titular su obra con un título que nos hacía pensar en un argumento relacionado con las pesadillas y sueños chungos. Y una mierda pa´mí.

La peli no tiene ABSOLUTAMENTE nada que ver con lo que podríamos deducir del título. Lo demás, un chaval que le gusta el heavy que hace un trato con un súcubo para que le ayude a tirarse a unas cuantas tipejas. Todo ello en torno a una fiesta de universitarios que por supuesto no tienen ninguna afinidad entre ellos y que no paran de hacer memeces hasta que a  los 45 o 50 minutos de peli comienzan a verse unos cuantos asesinatos (al menos generosos en cuanto a casquería, pero sin pasarse). Y es precisamente esto es lo que hace a la peli tan soporífera, que lo bueno no empieza hasta estar ya muy avanzada, y hay que tener en cuenta que apenas llega a la hora y veinte. Como nota curiosa, la peli la protagoniza Ashlyn Gere, conocida actriz porno de los 90 que también aparece en “Crepozoids”, comentada más abajo.

Ghoulies (1985)

Me encantan los Ghoulies, pero hay que reconocer que la saga es bastante irregular, y siendo sinceros, la primera parte era un poco coñazo, para que negarlo. La peli la iba a dirigir el propio Charles Band con efectos de Stan Winston, aunque al final quedó en manos de Luca Bercovici, que como director poca cosa tiene que valga la pena. El problema de la peli es el mismo de casi todas las que están reseñadas aquí, que es un aburrimiento. Como la anterior, no pasa casi nada hasta el final, momento en el que aparecen por fin los bichos. El resto es una ida y venida de personajes con diálogos absurdos que no llegan a ningún sitio.

A pesar de ello la cosa parece que funcionó, y pese a contar con un presupuesto de en torno al millón de dólares (no sé donde lo metieron la verdad, porque otras de la “Empire” con menos presupuesto consiguieron resultados infinitamente superiores) al final se calcula que recaudaron la friolera de unos 35 millones de dólares. Una barbaridad para una producción de serie B sin muchas pretensiones. Al final les daría para continuar la saga hasta la cuarta parte, de lejos la peor y más aburrida de todas y que no la incluyo porque ya no pertenece a la Empire Pictures, pero que os advierto que no os acerquéis a ella, duraba creo que una hora y cuarto y la tuve que ver en dos días porque no tuve cojones de mantenerme despierto delante de la pantalla debido al rollazo que suponía su visionado.

Necropolis (1987)

Mira que la carátula mola que te cagas, además me recuerda tela a la mítica primera portada de la Micromanía con la portada del juego “Turbo Girl”. Una noche cerrada en una ciudad de rascacielos que parece que te está diciendo que allí todo el mundo es corrupto, y en primera plana una tiparraca medio apoyada en una moto roja vestida de cuero con manos saliendo desde la tierra. ¿Qué podría salir mal? Pues todo.

La cosa va de una bruja que el pasado fue quemada cuando intentaba alcanzar la vida eterna, para lo que necesitaba una virgen. Hoy, reencarnada en una punk de los 80, intentará de nuevo realizar aquella mierda. A mí me recuerda un tanto a “Warlock” la verdad. El problema es que de nuevo, en esta peli no ocurre casi nada. Apenas hay muertes, y las que hay son muy sosas, casi sin sangre. Además, pese a que el argumento es más simple que la maquetación de este blog, está tan mal contado que uno no sabe que está pasando nunca. Y lo peor es que la peli nos la cuela doblada y nos miente con la tía de la carátula (¿alguien lo dudaba?), siendo la de verdad una tipa bastante fea con pinta de yonki. Al menos sale una escena con una tía con seis tetas. El director por cierto no volvió a dirigir nada más nunca. De hecho esta es su primera y única película. No nos extraña.

Vicious Lips (1987)

Albert Pyum, que es el que dirige en este caso, es otro de esos directores que te a una de cal y otra de arena. En su filmografía encontramos grandes títulos como “Cromwell el rey de los Bárbaros”, “Dollman”, “Sueños Radiactivos” (con un joven Dudikoff pre “American Ninja”), … En este caso nos encontramos con una de sus pelis más flojas. A pesar de ello, de las cinco aquí reseñadas como “malas”, ésta podría ser la más disfrutable de todas, lo que no quita que siga siendo bastante aburrida.

Las Vicious Lips son una banda de punk-rock futurista compuesta sólo por chicas, algo así como unas “Jem y los Hologramas” futuristas sin Synergy. Con la finalidad de actuar en un certamen interestelar que las sacará del anonimato viajan al planeta en cuestión, estrellándose en otro en el que tendrán que sobrevivir hasta poder escapar de allí. En principio la cosa puede prometer, lo que pasa es que la peli no tiene guión, es un ir y venir de situaciones inconexas sin entender nunca el porqué de nada, lo que no arregla el final, cuando nos enteramos de que ¡¡¡¡¡¡¡¡SPOILER ¡!!!!!!! ——————– todo había sido un sueño de la prota, en realidad no ha pasado nada ….. pues menuda mierda señora.

Crepozoids (1987)

Otra de David DeCoteau en la lista …. Lo cierto es me he pensado mucho poner esta peli aquí, porque a pesar de todo, no sé porqué, la peli me hace gracia. Pero para que negarlo, es una pura caquilla hecha sólo para el lucimiento de Linnea Quigley.

Como adivinamos por la carátula, se trata de uno más de los plagios o películas que intentan imitar el ambiente de “Alien”, la primera. Un grupo de gente queda atrapada en una especie de bunker por la radioactividad exterior teniendo que sobrevivir a un bicho mutado que se encuentra en su interior. La peli se rodó en 15 días, y el presupuesto fue de sólo 75 mil dólares. Y se nota. Todo es tremendamente cutre. Escenarios repetitivos y situaciones de las que ya nos imaginamos. Si por algo podría salvarse la peli es por el monstruo final, bastante chulo, pero es que sólo sale en los minutos finales.

Pues eso es todo. Si no habéis visto ninguna de estas pelis ya tenéis tarea, aso sí, yo no os aconsejo las cinco últimas, y menos aún estando solos. Avisados quedáis.

Una noche para descuartizar

Director: Doris Wishman

Año: 1979

Nacionalidad: EE.UU

Seguramente “Una noche para descuartizar” sea una de las producciones peor montadas que nos podemos encontrar. Dirigida en 1979 por Doris Wishman, familiar de uno de los fundadores de la Amicus y directora que en los 60 fue conocidilla por rodar películas sexploitation y que incluso llegaría a rodar dos pelis hardcore en los 70 de las cuales siempre renegaría. A muchos modernitos que conocen “Plan 9 del Espacio Exterior” de Ed Wood, porque hay que conocerlo para ser cool, les hace gracia que en ocasiones la acción sea de día y a la siguiente de noche. Bien, en esta ocasión no es que ocurra en unas cuantas escenas, como en la peli nombrada, es que ocurre a lo largo la casi hora y 10 minutos que dura la película, pasando del día a la noche en la misma escena continuamente con personajes que incluso en ocasiones hablan en estancias diferentes.

Esto ya de por sí complica mucho el poder seguir el argumento, ya que nunca nos queda del todo claro cuando sucede lo que sea que pasa en escena, con personajes apareciendo saliendo de escena al azar y cambiando de planos y escenarios aleatoriamente, pero es que la cosa se convierte en desquiciante si tenemos en cuenta que el guión de la peli da la sensación de que fue escrito según se iba rodando, es decir, me niego a creer que hubiese un guión escrito antes del rodaje más allá de cuatro palabras mal escritas en una servilleta mientras los culpables del engendro se tomaban tocino de cielo en una cafetería.

Pero si pensabais que eso era lo peor de la peli os equivocabais. La industria del cine se creó hace unos 120 años (año arriba, año abajo). Pues bien, esta es con diferencia la película con la música peor integrada en las escenas de toda la historia del cine de cualquier planeta del universo (incluyendo a Eroticón VI y Adiposo 3). En serio, he visto mucha mierda y hay muchas pelis con música que tira de espaldas, estridente, que se repite hasta la saciedad la misma tonadilla (se me viene a la cabeza “Mesa of the Lost Woman” con la misma melodía todo el metraje sin pararlo), pero incluso en éstas la música, aunque repetitiva o estridente, no desentonaba con el conjunto (demasiado). En la que nos ocupa ahora, no es que sea mala en sí misma o especialmente molesta, tampoco buena desde luego, pero es que da la sensación de que tienen la lista en el Winamp en aleatorio durante toda la hora y diez minutos, con lo que se muestran escenas de supuesto misterio o de asesinatos y gore con musiquilla que parece que estamos comprando un armario nuevo para nuestro Sims. Y si alguien está pensando en que en ocasiones una música que desentone con escena queda molona, al estilo Kubrick, le aseguro que este no es el caso.

Ya entrados en materia, lo cierto es que el inicio promete, con escenas al estilo de las antiguas pelis de la Hammer, con un escenario nublado y truenos cayendo sobre alguna lápida. Claro que esto es sólo el primer minuto de peli, luego esta prometedora ambientación se va a la mierda. La voz de un narrador hace su aparición, un detective que saldrá a menudo más adelante investigando los sucesos y será la que más escuchemos a lo largo de la historia, por que los personajes la verdad es que apenas hablan durante unas contadas ocasiones. Este narrador por cierto es omnisciente, ya que no sólo nos narra la historia, sino incluso lo que los personajes piensan o sueñan en varias ocasiones, pese a ser él un personaje más de la historia. En otras ocasiones parece que esté narrando la historia para un público ciego, o invidente para los que gustan de ser correctos, con descripciones del tipo  “Vicky entra en la habitación”, “Adam sale a la calle”, “Mary va a hacer pipí”, etc.

Se nos hace referencia entonces a la dinastía de los Kent, familia de tres hermanos que acabarán todos muertos. En el primer caso se nos dice que una de las hijas del primero de los Kent mata a la otra por celos, acto seguido ésta muere, según el narrador, “al caerse accidentalmente sobre su hacha”. Como este hecho ya es suficientemente cómico en sí mismo me ahorro el correspondiente chascarrillo de rigor. A sí, del padre de estas dos, el narrador se olvida por completo, por lo que ya desde el inicio se destroza la premisa primera de que la dinastía de los Kent acabó sucumbiendo. Mal empezamos.

El segundo de los hermanos se encuentra a su esposa muerta tras que esta se dé su paseo de rigor por el parque por la tarde (siempre según el narrador). Lo particular es que la tía sale de paseo con el pechamen al aire, afrontando con ello el riesgo de que una avispa le pique en la teta en el parque (“yo quiero tetas”, como diría un seguidor y miembro casadegloriaexploitation). El detective, que ya investiga el caso, nos dice que fue todo preparado por el marido para cobrar el seguro de su muerte, aunque mi teoría es que la mató por zorrona. Él es detenido y se ahorca en la cárcel.

Llegamos al tercer y último hermano de los Kent y es aquí cuando comienza la historia de verdad. Conocemos que una de sus hijas, Vicky, interpretada por Samantha Fox, actriz porno de la época (no confundir con la cantante), mató hace unos años a dos chavales que se encontraban retozando en unas tumbas. Vicky fue internada por loca, y tras cinco años la han soltado, aunque su hermano Billy y su hermana Mary, piensan que tenerla en casa sería peligroso porque podría volver a matar. Ya en el coche de camino a casa vemos que los médicos, por eso de los recortes, querían quitarse pacientes de en medio, porque Vicky al minuto de salir de la clínica y montarse en el coche, ya empieza a fliparse dándole vueltas todo.

Ya instalados, a Vicky empieza a írsele la olla de vez en cuando, teniendo alucinaciones y sueños chungos. Además sabremos que estaba enamorada del supuesto novio de su hermana. Éste será el primero en caer decapitado por un machetazo y cocida su cabeza en la chimenea. Y como sucede en muchos de estos slashers, las muertes en la mayor parte de ocasiones es como si no hubiesen sucedido jamás, de modo que nadie parecerá sacar el tema en adelante, mientras que presenciamos como a Vicky se le va de nuevo la olla durante la cena de pobres que celebran por la noche (unos tranchetes y un poco de chóped).

Conocemos entonces a los vecinos de Vicky, los cuales, siempre según el narrador, siempre habían tenido mucho cariño por nuestra desvariada protagonista, lo que demuestran mandando a la mierda a Vicky cuando ésta se acerca a su casa a hablar con ellos. Afortunada ella que no la odian, porque si la tratan así teniéndole afecto, si la odiasen ¿qué harían? ¿llenarle el pelo de caramelo y volcarle un bote de hormigas encima?

Como aquí ningún personaje aparece porque sí, éstos debían caer también, de modo que al día siguiente cuando se disponen a irse en su coche ambos son asesinados por alguien con un hacha desde el asiento trasero del coche. Los fallos de montaje en este caso son abrumadores; todo está mal en esta escena. Me explico. Obviando el comentario de la mujer que dice que hace buen tiempo y enseguida intercalan la imagen de un cielo nuboso con filtro rojo como si fuese a caer el fin del mundo en ese momento, el asesinato es en el interior de un coche. Pues resulta que en los planos en las que uno de ellos grita, éste se encuentra en el interior del coche, pero cuando es golpeado por el hacha se ve un primer plano de la cabeza con el cespecito de fondo como si estuviese en un parque, para volver de nuevo al plano anterior al interior del coche y así en varias ocasiones seguidas. Pero no acaba ahí el absurdo, sino que en la misma escena, tras matarlo, el asesino le saca el corazón apareciendo en este plano un tipo con la camisa blanca cuando el primero llevaba una chaqueta azul ¡!! La escena acabará con el aplastamiento de una cabeza por las ruedas del coche seguido de un cercenamiento de dedos de la víctima. ESPECTACULAR.

En fin, que las muertes siguen, mata a alguien más que no sabemos quién es y Vicky sigue viendo visiones entre las que se incluye un zombi saliendo de un pantano (jo, que gracia, un zombi), lo cual se explica porque Billy y Mary se disfrazan para asustar a su hermana. De entre las muertes que siguen especialmente patosa resulta aquella en la que mueren los padres de Vicky. La luz se va en la casa, de forma que tanto el padre como la madre se ponen a buscarse mutuamente. Se llevan no sé cuantos minutos buscándose y gritándose sin encontrarse, como si la casa tuviese 3 kilómetros. Tras varios minutos (sin encontrarse aún los dos palurdos) un hacha dará buena cuenta del padre, mientras que la madre, al ver que alguien intenta matarla con un hacha ¡SE TAPA CON UNA SÁBANA DE LA CAMA! Como si tuviese una sábana de mithril o algo. Como suponíamos, la sábana no será suficiente, y el hacha asesina dará buena cuenta de la señora. Eso sí, sin mucha gana, que pareciera que al asesino se hubiese bajado la tensión. A continuación pueden deleitarse con la escena:

El detective, por su parte, aparece de vez en cuando en planos distintos al de los actores de la peli haciéndonos creer que está investigando el caso, cuando en realidad, como vemos más adelante, el tío se limita a ir al cuarto de Vicky y espiar por la ventana mientras ésta duerme. Finalmente, la ida de olla de Vicky se incrementará así como la de su hermana Mary ( que ya nadie sospecha que es la asesina) con escena psicodélica de espirales de colores incluida (insertar el inevitable chiste de porros aquí), pegando Vicky varios hachazos al detective cuando se lo encuentre en la casa. No pasa nada, porque el pechamen del detective resulta ser de acero y sobrevive al ataque sin inmutarse tras pegar un tiro a la pobre psicótica.

Y aquí acaba la cosa. Vemos a  Mary en una secuencia final montándose en un taxi y pegando hachazos al taxista mientras, de nuevo, una voz en off nos advierte que Mary aún sigue en fuga y cualquier ayuda que podemos proporcionar sobre su paradero será agradecida y las identidades guardadas en el anonimato. Al menos la peli tiene bastante gore cutrecillo, lo que la hace bastante llevadera.